El Análisis de Conducta Aplicado (ABA) es una terapia basada en la evidencia que ayuda a los niños con trastorno del espectro autista (TEA) a desarrollar habilidades importantes para la vida. Esto significa que es un enfoque con respaldo científico basado en décadas de investigación.
La terapia ABA se centra en cómo el entorno influye en el comportamiento y las capacidades de aprendizaje de un niño, y en cómo las estrategias específicas pueden fomentar un crecimiento positivo.
La terapia ABA es uno de los métodos más eficaces para ayudar a los niños dentro del espectro autista a desarrollar importantes habilidades de comunicación, sociales y emocionales.
En Autism Journey Academy, la terapia ABA es una parte fundamental de nuestro entorno educativo. Integramos cuidadosamente los principios de la terapia ABA en el tejido del aprendizaje diario de cada estudiante. Todas nuestras clases, actividades y sesiones de terapia se basan en los principios de la terapia ABA.
La terapia ABA implica la observación cuidadosa de las conductas de cada estudiante, la comprensión de lo que les motiva y la identificación de áreas de crecimiento. Estas observaciones se utilizan para enseñarles conductas positivas a través del estímulo, la repetición y el refuerzo.
En Autism Journey Academy, utilizamos la terapia ABA como una parte clave de nuestro enfoque para ayudar a los estudiantes con TEA y discapacidades relacionadas a prosperar académica, social y emocionalmente.
El modelo de Antecedente-Conducta-Consecuencia (ABC) nos ayuda a observar una conducta, no de forma aislada, sino en el contexto de lo que sucede antes y después de ella. La terapia ABA utiliza el modelo ABC para comprender el comportamiento de un estudiante y apoyar el cambio.
El antecedente es el evento, acción o situación que ocurre inmediatamente antes de una conducta. Puede ser una petición de un profesor, un cambio en la rutina o una interacción con un compañero.
Por ejemplo, durante el tiempo de trabajo en grupo, el aula puede volverse cada vez más ruidosa. Los estudiantes hablan y las sillas pueden moverse. Para un estudiante con sensibilidades sensoriales, este aumento de ruido y actividad puede ser abrumador.
En este caso, el antecedente es la actividad grupal. Identificar el antecedente ayuda al profesor a reconocer qué desencadena ciertas conductas, tanto las positivas como las problemáticas. Esto ayuda al profesor a prepararse mejor y a apoyar a los estudiantes con anticipación.
La conducta se refiere a la acción específica y observable que realiza el estudiante. Es importante centrarse solo en lo que se puede ver y medir, en lugar de suposiciones sobre lo que el estudiante podría estar pensando o sintiendo.
En nuestro ejemplo, un estudiante puede cubrirse los oídos, mostrarse visiblemente angustiado o intentar salir del aula.
Ser capaz de identificar claramente estos patrones de antecedente y conducta significa que nuestro equipo docente puede establecer objetivos de crecimiento específicos. Estos podrían incluir aumentar la comunicación durante la actividad grupal o ayudar con estrategias de afrontamiento.
La consecuencia es el evento o respuesta que sigue a la conducta. Puede reforzar la conducta, haciendo que sea más probable que vuelva a ocurrir, o desanimarla.
Por ejemplo, cuando el profesor nota la angustia de un estudiante, puede ofrecerle con calma auriculares con cancelación de ruido o guiarlo a una zona de descanso tranquila.
Una vez que el estudiante se siente más tranquilo, el profesor se toma un tiempo para hablar sobre la situación de manera comprensiva. También puede ofrecer estrategias que el estudiante pueda utilizar la próxima vez que ocurra un evento similar. Esto puede incluir levantar una tarjeta de descanso, usar un dispositivo de comunicación o avisar a un profesor cuando necesite ayuda para controlar la información sensorial.
Esta respuesta no solo ayuda al estudiante a regularse en el momento, sino que también refuerza su capacidad para utilizar la autodefensa y las estrategias de afrontamiento cuando se enfrente a situaciones similares en el futuro.
En lugar de hacer que el estudiante evite por completo el entorno grupal, le apoyamos para que desarrolle tolerancia, utilice herramientas para mantenerse involucrado y aprenda cuándo y cómo pedir ayuda o un descanso.
Nuestros profesores y educadores observan cuidadosamente los desencadenantes y las acciones de los estudiantes. Esto ayuda a identificar qué respuestas podrían reforzar involuntariamente conductas que interfieren con el aprendizaje y qué respuestas alternativas podrían conducir a conductas positivas y funcionales.
Con esta información, el profesor ajusta su forma de responder en el momento. En lugar de simplemente reaccionar a la conducta, utilizamos un enfoque estructurado que ayuda a los estudiantes a comprender lo que se espera y les apoya para que realicen progresos significativos.
Estos son algunos elementos de la terapia ABA que guían la forma en que enseñamos nuevas habilidades a los estudiantes con TEA y les ayudamos a alcanzar su máximo potencial en Autism Journey Academy.
Esta es una estrategia que utiliza recompensas para fortalecer la probabilidad de que una conducta vuelva a ocurrir. Cuando un estudiante muestra una conducta deseada, se le recompensa con una consecuencia positiva significativa. Esto podría ser un elogio, acceso a un juguete favorito, tiempo extra de juego u otro motivador que sea importante para el estudiante.
El objetivo es ayudar a los estudiantes a ver la conexión entre sus acciones positivas y las cosas buenas que siguen.
La indicación es una técnica de apoyo en la que los profesores o terapeutas proporcionan pistas o asistencia para ayudar a los estudiantes a dar la respuesta correcta. Las indicaciones pueden ser:
A veces, aprender nuevas habilidades puede resultar abrumador para los estudiantes con TEA y discapacidades relacionadas. Ahí es donde entra el concepto de las indicaciones.
Utilizamos las indicaciones con cuidado para preparar a los estudiantes para el éxito sin quitarles su independencia. A medida que el estudiante comienza a dominar una habilidad, gradualmente "desvanecemos" las indicaciones, lo que significa que proporcionamos cada vez menos ayuda, hasta que el estudiante puede realizar la tarea por sí solo.
El autismo puede crear dificultades para los estudiantes en áreas como la comunicación, las tareas diarias, la interacción social y el aprendizaje en el aula. Los estudiantes con TEA a menudo enfrentan barreras específicas que pueden dificultar el aprendizaje académico y el desarrollo social.
Algunas dificultades comunes que pueden enfrentar los estudiantes con TEA incluyen:
La terapia ABA puede ayudar a abordar estas necesidades y desafíos con comprensión, aliento y estrategias basadas en evidencia.
Entendemos que los estudiantes con TEA y discapacidades relacionadas aprenden mejor cuando los métodos de enseñanza son estructurados, individualizados y de apoyo. Nuestros maestros utilizan una variedad de estrategias basadas en ABA en el aula para romper las barreras de aprendizaje y ayudar a cada estudiante personalmente.
En Autism Journey Academy, utilizamos la terapia ABA como una parte fundamental de cómo enseñamos y apoyamos a nuestros estudiantes. Nuestro marco de enseñanza único, The CMS Approach™, se basa en los principios del análisis de comportamiento aplicado. Este enfoque adapta cuidadosamente los principios fundamentales de la terapia ABA para satisfacer los estilos de aprendizaje únicos de los estudiantes con autismo.
Así es como la terapia ABA puede hacer que el aprendizaje sea alcanzable para nuestros estudiantes.
Dividir las habilidades complejas en pasos más pequeños y manejables. Nuestros maestros dividen las habilidades académicas, de comunicación y sociales en partes más pequeñas que los estudiantes pueden dominar una a la vez.
Ejemplo: Aprender a completar una rutina matutina de forma independiente podría implicar primero enseñarle al niño a simplemente "colgar una mochila", seguido de "poner la carpeta en la bandeja".
Proporcionar instrucciones claras y retroalimentación inmediata. Los maestros dan indicaciones simples y directas junto con retroalimentación inmediata, para que los estudiantes sepan exactamente lo que se espera y cuándo tienen éxito. El refuerzo se entrega de manera consistente para motivar el aprendizaje continuo.
Ejemplo: Cuando se le enseña a un estudiante a sentarse para la hora del círculo, un maestro podría decir "Siéntate" e inmediatamente reforzar el comportamiento con "¡Bien hecho, ahora es el momento de tu canción favorita!"
Incorporar oportunidades de aprendizaje en rutinas naturales. Creamos momentos de aprendizaje significativos durante las actividades escolares típicas, como la hora de la merienda, el tiempo de juego y los proyectos grupales.
Ejemplo: La hora del refrigerio se convierte en una oportunidad para practicar cómo pedir cosas, tomar decisiones o entablar una conversación. Un profesor podría animar a un estudiante a pedir “zumo” utilizando un tablero de comunicación.
Utilizamos el refuerzo positivo para fomentar las conductas deseadas. Nuestros profesores identifican recompensas motivadoras, como elogios o actividades especiales, para reforzar las conductas objetivo, como permanecer sentado o pedir ayuda de forma adecuada.
Ejemplo: Un estudiante que a menudo se levanta de su asiento podría ganar fichas por permanecer sentado, que pueden ser canjeadas por la oportunidad de jugar con su juguete favorito.
Enseñamos la comunicación en contextos significativos. Ya sea a través del habla, el lenguaje de signos o los tableros de comunicación, enseñamos habilidades de comunicación funcional para ayudar a los estudiantes a expresar sus deseos, necesidades e ideas a lo largo del día.
Ejemplo: Si un estudiante está molesto porque un juguete está fuera de su alcance, el profesor podría indicarle que diga o entregue una tarjeta con la imagen etiquetada como “Lo quiero” para reemplazar la frustración con la comunicación.
Apoyamos las transiciones con horarios visuales y rutinas estructuradas. Las ayudas visuales y los horarios diarios predecibles ayudan a los estudiantes a entender lo que va a pasar a continuación, aliviando la ansiedad y preparándolos para los próximos cambios.
Ejemplo: Un estudiante que se angustia durante la limpieza puede beneficiarse de un horario visual que muestre “tiempo de juego” seguido de “limpieza” y “refrigerio”, para que sepa que su actividad preferida está por llegar.
Desarrollamos habilidades sociales a través de interacciones estructuradas con compañeros: Las actividades guiadas en grupo, el trabajo en pareja y las intervenciones basadas en el juego ayudan a los estudiantes a aprender habilidades como respetar el turno, compartir, saludar a los demás y trabajar en cooperación.
Ejemplo: Durante una actividad en grupo, un profesor podría indicarle a un estudiante que diga “Es tu turno” y que espere mientras un compañero responde, ayudando al estudiante a aprender a respetar el turno y a esperar.
Enseñamos estrategias de autorregulación. Los estudiantes aprenden técnicas de afrontamiento, como pedir un descanso, utilizar un rincón de la calma o seguir una lista de verificación visual para gestionar las emociones abrumadoras o la información sensorial.
Ejemplo: A un estudiante que se sienta sobreestimulado se le puede enseñar a señalar una tarjeta de descanso e ir a un espacio tranquilo con herramientas para inquietos o auriculares con cancelación de ruido.
Aumentamos gradualmente la independencia mediante la atenuación de las indicaciones. A medida que los estudiantes dominan nuevas habilidades, vamos retirando sistemáticamente el apoyo activo en las habilidades dominadas, lo que permite a los estudiantes realizar las tareas de forma más independiente sin dejar de sentirse realizados.
Ejemplo: Un profesor puede utilizar inicialmente la guía mano sobre mano para cerrar la cremallera de una mochila, luego pasar a indicaciones verbales y, finalmente, eliminar las indicaciones por completo a medida que el estudiante se vuelve más independiente.
Adaptamos la instrucción en función de las necesidades individuales. La instrucción se adapta constantemente en función de la evaluación continua de las habilidades actuales, los puntos fuertes, las preferencias y las áreas de necesidad de cada estudiante.
Ejemplo: Si un estudiante aprende mejor con música o elementos visuales, las lecciones pueden incluir canciones o instrucciones ilustradas para ayudar al niño a mantenerse comprometido y a comprender mejor el material.
Somos una escuela certificada por CMS. Esto significa que nuestros educadores adoptan un enfoque reflexivo e intencional de la gestión del aula. Evaluamos cada entorno de aprendizaje, nos mantenemos activamente comprometidos y nos aseguramos de que cada estudiante reciba la estructura y la coherencia que necesita para prosperar.
En Autism Journey Academy, creemos que cada estudiante merece la oportunidad de aprender, crecer y prosperar en un entorno creado solo para él. Nuestro enfoque basado en el ABA es más que una metodología; es un camino para desbloquear el potencial, fomentar la confianza y preparar a los estudiantes con TEA y discapacidades relacionadas para un futuro satisfactorio.
Si está buscando una escuela que realmente comprenda las necesidades únicas de su hijo y le ofrezca el apoyo individualizado que se merece, le invitamos a formar parte de nuestra comunidad.
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Aceptamos los fondos del Programa de Becas para el Empoderamiento (ESA) de Arizona. Nuestro equipo estará encantado de ayudar a las familias con el proceso de solicitud de la ESA para que la matrícula sea más accesible.
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